jueves, 23 de junio de 2011

¿CÓMO ES LA ECORREGIÓN?


CARACTERÍSTICA PRINCIPALES QUE NOS BRINDA LA NATURALEZA

     La ecorregión del Iberá se encuentra ubicada en el centro norte de la provincia de Corrientes y es el humedal de agua dulce más importante de nuestro país. Ocupa una superficie de 13.000 km2 o, lo que es lo mismo, el 14,6% del territorio total de la Provincia.
     Localmente, a este tipo de humedales se los conoce con el nombre de “esteros”, por la presencia permanente de aguas poco profundas cubiertas de vegetación a lo largo de una gran extensión de tierra. La presencia de agua en la superficie constituye la característica distintiva del macrosistema. Esteros, bañados y lagunas dominan el espacio geográfico e interconectan extensos lagos poco profundos, unidos por cursos de agua de distinto orden.
     Por su posición estratégica en el noreste de la Argentina y por su extensión, la ecorregión es una de las principales fuentes de aguas superficiales limpias de nuestro país (Gálvez., 2003; Lancelle, 2003; Poi de Neiff, 2003).

     El Iberá comprende una amplia cuenca deprimida repleta de pastizales inundados, pantanos, lagos e islas flotantes con vegetación pantanosa.
     De los 1.2 millones de hectáreas que lo comprenden, aproximadamente el 70% es agua o tierra pantanosa, y el 30% restante es bosque o pastizales secos (a pesar de que gran parte de la cuenca se inunda periódicamente).
     La depresión del terreno se debe a que antiguamente el cauce del Alto Paraná atravesaba la Provincia y volcaba sus aguas en el río Uruguay a través del Aguapey y fue cambiando su curso hacia el oeste hasta que una falla formada en la última era geológica lo llevó a su actual cauce dejando en el primitivo discontinuas llanuras aluviales que se alternan con pequeños valles bordeados por lomas situadas en terrenos bajos.
     La laguna de Iberá, principal espejo de agua del área, y sus adyacencias es declarado sitio Ramsar o Humedal de Importancia Internacional. Este gran espejo de agua tiene una superficie aproximada de 5.500 hectáreas y es uno de los más grandes y representativos del sistema. Posee un largo máximo de 17 km y un ancho de 6 alcanzando en la longitud de sus costas unos 43 km (Quirós, 2002).
     Al margen de su gran tamaño, el Iberá es el único humedal de gran importancia a nivel mundial ya que sus aportes hidrológicos se reducen solo al agua proveniente de las precipitaciones. Esto es así porque ningún río o acuífero desemboca en estos esteros permitiendo devolver al sistema un aporte líquido equivalente al que se evapora.
     En esta ecorregión, además, son numerosas las islas que se incorporan en medio de la gran inmensidad de agua. En ellas existe una prolífica vegetación, incluso de porte arbóreo, que constituye un excelente refugio para la fauna local. Cabe destacar que el Iberá es uno de los humedales de clima cálido más diversificado de la biosfera. Se conocen 1.659 especies de plantas vasculares, siendo terrestres el 70% y acuáticas o palustres el 30% restante (Arbo y Tressens, 2002).
     El patrón de paisaje, el origen, la química de sus aguas, la elevada riqueza de especies vegetales y animales, su estado prístino y su posición biogeográfica hacen del Iberá un sistema único en América.

     La actividad turística en la ecorregión proporciona al lugar un desarrollo considerable debido a sus múltiples ventajas socio-económicas y a la revalorización de los humedales, este ecosistema está compuesto por una gran variedad de paisajes, cada uno con su propia riqueza e importancia ambiental y para el ser humano.
      El Iberá, ofrece actividad turística durante todo el año, logrando una afluencia anual de turistas establecida en aproximadamente 7.500 personas. Si bien el desarrollo del turismo ecológico implicó el aumento de la presencia humana, éste se encuentra controlado y manifiesta un cierto grado de capacitación en conductas ambientales en los operadores de cada una de las empresas radicadas en el medio. Este sector, en constante desarrollo, permite dinamizar las actividades económicas tradicionales, sustituir aquellas no sostenibles, y valorizar las culturas locales.
     El Plan de Ordenamiento Turístico (POT) elaborado por la Dirección de Parques y Reservas incluye Normas para la autorización y el control de accesos públicos y privados hacia el interior del Iberá. Esto permite que toda área natural protegida conserve su zonificación, la que incluye zonas de máxima protección y otras donde se autoriza realizar actividades cumpliendo los requisitos de sustentabilidad establecidos y protegiendo la fauna local. Las especies, que se encuentran alli, no tienen problemas de conservación dentro del sistema y son un sello de identificación de este humedal. No toparse con algunas de ellas seria casi cuestión de mala suerte y significa perderse un fragmento de imágenes que nos regala este macrosistema único.
    

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